Aunque se ofrece protección a algunos grupos de personas extranjeras, se adoptan a cambio un aumento de la militarización en las fronteras y la agilización de las deportaciones familiares.

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Chicago, IL —  Alianza Americas da la bienvenida a los anuncios de la administración Biden-Harris para agilizar los permisos de trabajo y la reasignación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para personas de Venezuela que llegaron a los EE.UU. a más tardar el 31 de julio de 2023. Si bien estos son pasos en la dirección correcta, cuestionamos enérgicamente el aumento de la militarización fronteriza y la deportación familiar acelerada. Está claro que las falsas narrativas tóxicas impulsadas por grupos anti inmigrantes e inspiradas por prejuicios de supremacía blanca en detrimento de personas que migran siguen impregnando las políticas de inmigración estadounidenses.

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Las vías de migración autorizada son extremadamente limitadas para quienes se ven obligados a huir de sus países de origen. La lógica punitiva contra las personas que migran son estrategias fallidas que sólo ponen a las personas migrantes en peligro y permiten que el crimen organizado se nutra, en particular el contrabando, la extorsión, la trata, y el secuestro de personas migrantes. Estados Unidos debe aplicar políticas que aborden los factores que originan la migración y abrir nuevas vías que permitan a las personas entrar en el país de forma autorizada y segura. La disuasión es una estrategia fallida cuando no se abordan las condiciones en los países de origen.

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El aumento de los esfuerzos para deportar rápidamente a familias en todo el país a través del programa de Gestión de Expulsión Acelerada de Familias (FERM, por sus siglas en inglés) sigue perturbando y rompiendo los fuertes lazos familiares, comunales y regionales de las comunidades migrantes que viven en Estados Unidos. El programa FERM también ignora los numerosos factores que obligan a miles de personas a huir de sus hogares en busca de una vida mejor para ellas y sus seres queridos. El aumento de las deportaciones masivas y la externalización de la aplicación de las leyes fronterizas están entrando de lleno en vigor como consecuencia del incremento de la detención de personas migrantes, los vuelos de expulsión y la coordinación con países como México para recibir a nacionales de otros países cuando son expulsados de Estados Unidos, a pesar de la falta de infraestructura y respaldo financiero adecuado por parte del gobierno de México para recibirlos e integrarlos.

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La inacción del Congreso de los Estados Unidos es motivo de gran preocupación y frustración. Sin embargo, la administración Biden-Harris puede hacer mucho para garantizar que las personas inmigrantes tengan acceso a vías legales para entrar en Estados Unidos de forma segura, ampliando -y no limitando- el asilo; ampliando los programas humanitarios de permisos de viaje, como el programa para personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que se puso en marcha a principios de este año. También es necesario desarrollar la capacidad federal para dirigir y financiar los esfuerzos de integración a nivel federal y aumentar la coordinación entre los actores locales y las autoridades federales para garantizar que las personas recién llegadas sean acogidas y recibidas con dignidad. Las personas inmigrantes son un beneficio neto y una bendición para Estados Unidos y debemos asegurarnos de que nuestras políticas de inmigración sean un reflejo de esta verdad.

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Alianza Americas es la principal red de defensa transnacional de organizaciones lideradas por migrantes latinoamericanos que trabajan en los Estados Unidos, en todo el continente americano y en todo el mundo para crear una forma de vida inclusiva, equitativa y sostenible para las comunidades de América del Norte, Central y del Sur.