December 5, 2024 — El miércoles 27 de noviembre marcó un momento trascendental en la historia de las relaciones entre el pueblo garífuna y el Estado guatemalteco. En Livingston, departamento de Izabal, el presidente Bernardo Arévalo firmó una agenda de trabajo conjunto con diversas organizaciones garífunas, lo que representa el reconocimiento oficial de las demandas y derechos de este pueblo afrodescendiente, históricamente marginado.
La ceremonia, que reunió a líderes garífunas, representantes gubernamentales y de la sociedad civil, reflejó un esfuerzo conjunto para abordar temas cruciales como desarrollo económico, educación, salud, infraestructura y medio ambiente. Entre los firmantes estuvieron destacados líderes del pueblo garífuna como Arnold Ciego, de Hijos de Livingston y miembro de la junta directiva de Alianza Americas Ingrid Gamboa, de la Asociación ISERI IBAGARI y Mario Ellington, de ONEGUA, así como autoridades nacionales y locales, incluido el director de INGUAT, Harris Whitbeck, y el alcalde de Livingston, Enrique Xol.
El acuerdo reconoce al pueblo garífuna como una parte integral del tejido multicultural de Guatemala, con una rica herencia cultural y espiritual contribuye significativamente a la diversidad del país. Este gesto, liderado por organizaciones garífunas y acompañado por el presidente Arévalo, establece un precedente en la promoción de una democracia inclusiva que integre a las comunidades históricamente excluidas.
La agenda plantea iniciativas concretas en áreas clave. En educación, se impulsarán programas bilingües e interculturales, así como la preservación del idioma garífuna. En salud, se promueve la implementación de servicios con pertinencia cultural y el reconocimiento de prácticas ancestrales. En el ámbito económico, destacan proyectos de turismo y fortalecimiento de actividades productivas propias de la comunidad, como la elaboración de casabe y el fomento de la música y danza garífunas.
Además, la agenda aborda temas de infraestructura, como la construcción de un malecón en Livingston, y compromisos ambientales, como jornadas de limpieza de playas y manejo de desechos sólidos. Estos proyectos buscan no solo mejorar las condiciones de vida de la comunidad, sino también fomentar su autosuficiencia y resiliencia.
El acuerdo reafirma el compromiso del gobierno de Guatemala de trabajar con el pueblo garífuna para superar el racismo y la discriminación estructural. Este diálogo territorial no solo fortalece la institucionalidad, sino que también abre la puerta a una participación más activa de los garífunas en la vida política y social del país.
La firma de esta agenda de trabajo conjunto simboliza un paso importante hacia una sociedad más equitativa, en la que la riqueza cultural del pueblo garífuna sea valorada y protegida. El desafío ahora radica en garantizar que estos compromisos se traduzcan en acciones concretas que impulsen el bienestar de las comunidades garífunas y fortalezcan el tejido democrático de Guatemala.